Miguitas de pan
Mañana voy a hacer realidad la historia de Hansel y Gretel. Lulú y yo nos adentraremos en lo más profundo del bosque y nos perderemos. No habrá miguitas que nos salven. Tendremos que contentarnos con una cabaña construida con pan de jengibre (o eso parece, a juzgar por las fotos que nos enseñaron en la agencia de viajes). Con suerte, quedaremos allí atrapados y no podremos escapar.
Está bien, es posible que no sea exactamente igual que en el cuento. Para empezar, no nos han abandonado nuestros padres (aunque quizá solo se debe a que no se les ha ocurrido), y en vez de usar migas y piedras para orientarnos, recurriremos a la guía Campsa. Además, la dueña de la casa no es una bruja, sino una señora británica, de acento imposible, que tiene la ilustre profesión de masajista rural.
¿Qué le vamos a hacer? En el mundo real no existen casitas de jengibre, ni brujas, ni magia, ni muchas otras cosas que aparecen en la historia de los dos hermanitos perdidos. La vida no es igual que los cuentos, aunque yo no me quejo: el viaje perdería una parte importante de su encanto si mi querida Lulú fuese mi hermana.
(Porcentaje de realidad: 96%)
4 comentarios:
Pues sí, perdería cierto encanto si fuera tu hermana..jeje, que disfruteis de esos dias, y vereis que bien se está alli, abrigaros y a comer jamón y chacinas,(de Trévelez estan mortales..)y a pasarlo bien.. un saludoo!
la guia campsa, qué gran invento ^^
que chu-erte tienen algunos de pasar las vacaciones con quien -parecen- quieren U_U
Estaremos un tiempo sin leerte parece, así que pasalo bien (y vuelve pronto) :D!
Besitos!
Muchas gracias, parece que vuestros buenos deseos se han cumplido. Por cierto, ¿quién se chivó de que me iba a Trevelez?
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