lunes, 15 de enero de 2007

Noche solo para chicas y ventrílocuos

En efecto, queridos amigos, ayer hubo una nueva “noche solo para chicas”. Solo que esta vez… ¡me colé dentro!

He conseguido infiltrarme en terreno enemigo, he estado en el lugar del que hablan las leyendas, y ni siquiera he tenido que ponerme pelucón y tacones. Me han hecho un hueco, así sin más. Supongo que, en parte, se debió a que la velada no había sido proyectada estrictamente como una “noche para chicas”, pero al final acabó siéndolo, sin lugar a dudas.

Comenzamos yendo a… ¡un museo! Éste fue el primer indicio de una de las grandes conclusiones extraídas durante mi investigación: las mujeres van donde quieren cuando quieren -al contrario que los hombres, que van donde toca cuando toca-. Esta versatilidad hace que las noches femeninas sean mucho más variadas y sorprendentes, aunque se corre el riesgo de acabar en un karaoke.

También hay que decir que se trataba de una exposición de arte moderno, y que las obras eran fascinantes, y de una creatividad sin límites. Lo más llamativo era la forma de combinar el color y el movimiento con las influencias del pop-art digital. Lástima que estuviera cerrado y no pudiéramos ver nada.

Así que -cómo no- nos fuimos a las rebajas de el Corte Inglés. “Al final la cabra tira al monte” estaréis pensando. Pues no seáis tan mal pensados, porque las chicas decidieron ir para hacerme un favor a mí. Y, ¿qué podía estar buscando yo en el Corte Inglés? Como no podía ser de otra manera, buscaba… ¡el epi que risa!

Tampoco esta vez hubo suerte. El epi que risa llevaba agotado desde antes de reyes (estúpidos niños). Estuvimos un buen rato dando vueltas por la planta de juguetes. Yo me separé un poco del grupo (siempre se me va la olla en la planta de juguetes) y encontré el laboratorio del profesor Nasty. Volví con la caja en las manos y gritando:

-¡Mirad, mirad, puedes hacer gominolas con forma de cerebro!

Encontré a las chicas mirando unos juegos educativos, con letras y números, y diciendo:

-Cada vez cuesta más encontrar juguetes que estimulen el aprendizaje individual y el desarrollo cognitivo de los niños.

Me vieron llegar y miraron mi caja de el profesor Nasty con gesto interrogativo.

-La caja ésta, que se había caído al suelo -repuse.

Después nos fuimos a cenar a un sitio de ensaladas en el que había que hacer cola (la primera vez en mi vida que hago cola para comer verdura). Estuvimos charlando de todo un poco y nos hinchamos de reír: que si las condiciones laborales son un asco… que si el té ponía al ex-novio de Maya como una moto… Unos amigos estuvieron llamando y parecía que íbamos a reunirnos con ellos, pero al final se echaron atrás: se habían encontrado con unas rubias gemelas a las que pretendían llevarse al huerto, y nos dejaron tiradas. Los tíos son unos cerdos.

Bueno, esta reseña se está alargando demasiado. Pienso redactar un estudio completo sobre las “noches para chicas” que publicaré en alguna prestigiosa revista científica, por si alguien necesita más datos. Me despido con un consejo: sed creativos al pedir vuestro té. Hay gente que odia que todos pidan lo mismo.

¡Besitos!

(Porcentaje de realidad: 94%)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que lo de no pedir lo mismo es por el hecho de probar nuevos sabores, disfrutar de nuevas experiencias, como lo de ser el único hombre en una noche de chicas...aunque si no hay más remedio y uno de los productos está agotado, pues bebamos todos copacapana! y peluca ya casi no te hace falta...pero lo de los tacones sería un puntazo ;)

Cruz J. Saubidet dijo...

Hace años que me toca la empresa de ser el unico hombre entre mujeres, al principio las dejaba hacer a su antojo, ahora me enojo y, a pesar que siguen haciendo lo que quieren, deben lidiar con mi enojo.
Ah, para mi te común, que nadie pide.
Un gran saludo.
Cruz

Anónimo dijo...

jejeje, me ha gustado mucho, al final parece que nos entiendes un poco mas y no somos tan frívolas, jejejej. Un saludo.

Anónimo dijo...

Me encanta como escribes y explicas las cosas.

Saludos universitarios T.T

;***

alberdigital dijo...

Uf, ¡cómo cambian los tiempos! Los anónimos de ahora cada vez son menos anónimos...

Tomo nota de la idea del té común. (¡A veces la solución estaba tan cerca!)

En fin, y muchas gracias por los cumplidos, me sientan genial: no hay nada como alimentar un poco al ego de vez en cuando (lo tenía algo hambriento últimamente).

Un abrazo.

Pola dijo...

jaja muy bueno, mi pareja, el pobre, se ha visto en esas muchísimas veces. De lo que más detesta es ver el futbol con nosotras, dice que estar llamando tío bueno a los futbolistas no es serio, que te parece?
(lo de "besitos" te ha quedado estupendo)

Waiting for Godot dijo...

A mi me dan miedo las noches "sólo para chicas", la verdad hace mucho tiempo que no formo parte de ellas... no vaya a ser que termine como te ves tu desde el aire en tu aula....
;0)