El señor al que dibujé
Delante del ventanal de mi cuarto/madriguera se encuentra el aparcamiento del Tivoli (un parque de atracciones). Me atrevería a decir que soy la persona con mejor vista del lugar en todo el mundo. Puede que parezca un privilegio discutible, pero la verdad es que el aparcamiento nunca deja de albergar historias, muchas de ellas insólitas. Un día llegué a la conclusión de que no era un aparcamiento, sino un escenario (aunque incómodamente grande, como los circos de tres pistas). Algunos de mis actores favoritos solo actúan aquí.
He sacado este retrato de uno de ellos. Es un viejillo malhumorado que aparca de vez en cuando frente a mi ventana. Su coche parece todavía más viejo que él y le falta una ventanilla desde hace tres inviernos. Nunca hemos cruzado una palabra pero, después de tantos años, no puedo evitar sentir cierta familiaridad. Esta mañana me encontré preguntándome como llamarle: mi amigo está claro que no es; mi vecino, tampoco. Por eso se me ocurrió que podía dibujarle, y convertirle en el señor al que dibujé.
(Porcentaje de realidad: 75%)
2 comentarios:
Y que bien dibujado!
(se parece al rey o es cosa de mi esquizofrenia?)
no hay nada mejor que tener buenas vistas, es cierto, nosotros teníamos unas a la puerta de un bar que nos regaló anécdotas que todavía nos hacen reir al recordarlas
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