Carta de ajuste
Este blog queda oficialmente concluido. La inspiración se me ha escapado hacia otros derroteros. Estoy seguro de que volveré a escribir un blog, pero no sé cuándo. Agradezco su fidelidad a todos aquellos que han seguido las aventuras del malvado ventrílocuo de Saint Olaf: saber que estabais ahí ha sido mucho más estimulante y halagador de lo que podría expresar con una frase empalagosa en el último post de un blog.
Mis disculpas por haber tardado tanto en publicar esta despedida: nunca he sido capaz de tirar a la basura los juguetes viejos.
Si alguien necesita algo, estaré encantado de recibir y contestar los correos que lleguen a la dirección que aparece en mi perfil.
Un abrazo.
(Porcentaje de realidad: 100%)