jueves, 28 de diciembre de 2006

Carros de fuego tirados por caracoles

Mi amigo Baloo, que estudia en el extranjero y está aquí pasando las Navidades, quiere aprovechar el descanso para recuperar la forma. Y, de paso, también quiere recuperar mi forma, como si yo alguna vez hubiera tenido forma de algo que merezca la pena recuperar. Ayer por la mañana se le ocurrió que podíamos ir a correr por la costa. Mi hermano Roger se apuntó al plan, y los tres cogimos el coche y bajamos hasta la playa.

Hacía un frío que pelaba, pero le echamos valor. El trayecto de ida lo hice de maravilla, incluso les dije que corriéramos hasta un poco más lejos de lo que habíamos planeado. Al regresar, más que nada por darle un poco de variedad al ejercicio, volví arrastrándome en vez de corriendo. Estuvieron esperándome en el coche durante un cuarto de hora.

Hubo un tiempo en que podía correr una hora seguida (en realidad no fue "un tiempo", sino "una vez", pero os prometo que lo conseguí). ¿Qué me ha pasado? Debo decir en mi defensa que esta mañana llevaba un pañuelo en la cabeza -para sujetar mi pelazo- que me apretaba más de la cuenta... no es una excusa muy buena, lo sé, pero os aseguro que resultaba increiblemente molesto.

En realidad -para qué engañarnos-, sí sé lo que me está ocurriendo: la culpa es de Lulú, por quererme a pesar de todo.

-¿Me estoy poniendo gordo?
-No.
-¿Me abandonarías si me saliera tripa?
-¡Claro que no!
-Y si...
-¡Uy, cállate ya, con lo guapo que eres!

Y así vamos: ella cada día más bonita y más tolerante (qué remedio), y yo cada día más feo, más lacio y con más miedo a que no conteste mis llamadas.

No puedo seguir así, voy a tomar cartas en el asunto y solucionar esto de una vez por todas: me aflojaré un poco el pañuelo.

(Porcentaje de realidad: 95%)

1 comentario:

Anónimo dijo...

y la correa también. jejej ;)
A veces no está de más hacer una pausa y pensar que podemos hacer para mejorar nuestra salud, pero solo la pausa para pensarlo... la verdad es que seguimos protestando cuando estamos tirados en el sofá y el mando a distancia se queda sin pilas, dándole golpes para que la pila se espabile, y seguir con nuestra apaciguable vida sedentaria...un saludo!!