martes, 17 de abril de 2007

Los hijos de Scooby Doo. Capitulo 1: “La llamada telefónica”

Hay historias que merecen ser contadas exactamente como ocurrieron, sin cambiar una coma. Situaciones tan improbables, tan novelescas, que cualquier esfuerzo por adornarlas acaba restándoles eficacia. Algunas historias como la sucedida la noche de ayer merecen un porcentaje de realidad del 100%.

Lulú vive en una urbanización separada de la ciudad, y bastante solitaria. Normalmente, cuando salgo de su casa por la noche, recorro el trayecto hasta el coche en un silencio absoluto. Ayer, sin embargo, encontré a los perros de toda la calle ladrando como locos. A medida que pasaba por delante de cada puerta, escuchaba la voz de los dueños exigiendo silencio con gritos susurrados, que no lograban lo que pretendían. Había luna nueva, y la luz proveniente de las farolas parecía más tenue y artificial que de costumbre.

Al llegar a mi coche, descubrí la razón de tanto ladrido. Alguien había abandonado a tres cachorritos adorables en mitad de la calle: uno negro, otro blanco y otro a manchas. Lloraban desconsoladamente y se habían colocado uno encima de otro formando una montañita de pelo para mantener el calor. Por un momento pensé en hacerme el ciego/sordo: al fin y al cabo, soy un ventrílocuo malvado y tenía que madrugar al día siguiente. Pero pudieron conmigo Bambi, Espinete, Marco y todos los demás dibujitos sin madre que me tragaba cuando era pequeño. Lulú me había contado que la veterinaria que pasa consulta en su urbanización solía aceptar animalitos abandonados, para luego intentar regalárselos a sus clientes. Así que volví a casa de Lulú y le pregunté si sería posible que los guardara esa noche en su garaje, para llevárselos a la veterinaria al día siguiente. Lulú aceptó, como ha hecho siempre (ya ha perdido la cuenta de los animales abandonados que han recogido en su casa). Antes de salir a por los cachorros, fuimos a la habitación de Lahermanadelulú que ya estaba acostada para contarle lo ocurrido y pedirle consejo. La dejamos en la cama y equipados con una enorme caja de cartón y unos guantes marchamos al rescate.

Los perritos no se habían movido del lugar en el que los había encontrado. Lulú los recogió cariñosamente (mmm, estaba adorable), a la vez que decía "oooooh, que cosita, oooooh". Mientras tanto, yo sujetaba la caja con cara de susto. Regresamos a casa rápidamente. Los perros de los vecinos multiplicaron sus ladridos a nuestro paso, hasta que el escándalo se volvió ensordecedor. Confieso que la oscuridad de la noche, el llanto de los cachorros (que parecía de niños) y aquel coro de aullidos que nos perseguía me pusieron los pelos de punta. Pero lo peor aún estaba por venir.

Al llegar al jardín, una imagen me sobrecogió. Había una silueta completamente vestida de blanco de pie frente a la puerta. La figura parecía brillar por la luz de las farolas. Me tranquilicé al descubrir que se trataba de Lahermanadelulú en bata (no es la primera vez que pego un respingo al verla con esa bata caminando por un pasillo oscuro), pero volví a preocuparme al observar la expresión de sus ojos. Estaba muy seria. Parecía asustada.

Lulú, ¿acabas de llamarme por teléfono? preguntó cuando nos acercamos.

Lulú contestó que no, muy extrañada. ¿Una llamada a la una de la madrugada? Lahermanadelulú levantó el teléfono que llevaba en la mano.

Es que ha sonado hace un momento dijo. Ponía “número desconocido”. He descolgado y una voz de mujer me ha dicho:

“Lahermanadelulú, por favor, ábreme la puerta, que estoy en la calle y no tengo llave”.

Lulú y yo nos quedamos paralizados. Soy un tipo escéptico (muy escéptico) pero os juro que en ese momento un escalofrío me recorrió la columna vertebral y noté como se me erizaban los pelillos de las sienes.

Pensé que eras tú continuó Lahermanadelulú, dirigiéndose a su hermana, aunque no entendía por que no ponía tu número... y no estaba segura de que fuera tu voz.

Lo primero era lo primero, así que llevamos a los cachorros al semisótano y les pusimos periódicos y una mantita. Después Lahermanadelulú decidió devolver la llamada.

“El número al que llama está apagado o fuera de servicio” fue la única respuesta a nuestras atemorizadas preguntas.

¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué aquella voz misteriosa llamó a Lahermanadelulú por su nombre? Si se trataba de una equivocación desafortunada, ¿cómo pudo coincidir justo con el instante en el que parecía probable que Lulú se hubiera quedado realmente en la calle sin llaves? ¿Por qué usó las mismas palabras que Lulú habría usado en esa situación (según confesó ella misma más tarde)? ¿Y por qué la voz era tan parecida a la de Lulú como para engañar a su propia hermana?

Yo tengo una teoría que me parece bastante probable. Creo que hay un... llamémosle “fantasma asesino”, que vivía en la calle de Lulú (yo mismo he notado su presencia muchas noches). Ese espíritu quería entrar en una casa, pero no podía hacerlo a menos que alguien le permitiese pasar después de media noche. De alguna manera, el espíritu creó aquellos cachorritos adorables (utilizando sus malas artes infernales) para conseguir que Lulú saliera de casa. En el momento oportuno, llamó a Lahermanadelulú y le pidió que le abriera la puerta, haciéndose pasar por Lulú... Y ella le abrió. A partir de ahora, sus pasos resonarán por los pasillos cada noche...

Bueeeno, vaaale, quizá no haya sido del todo “científico”... esta mañana me enteré de la verdadera explicación del misterio y me temo que no tenía mucho de paranormal. ¡Pero mi primera teoría era mucho más divertida (sobre todo si hubierais visto las caras de Lulú y de su hermana mientras se la contaba)!

Lo sé, quedan muchas preguntas en el aire: ¿Qué ocurrió finalmente con los perritos? ¿Cuál es esa verdadera explicación de la que os he hablado? ¿Por qué Lahermanadelulú se pone una bata que da miedo? No se pierdan los próximos episodios.

(Porcentaje de realidad: 100%)

8 comentarios:

Unknown dijo...

jeje, bonita historia..no creo que haya muchas mujeres sexys vestidas con una bata de "boatiné".
Besos

Anónimo dijo...

No puedo esperar al segundo capítulo!!

Pola dijo...

aun no me he quitado las legañas (no soy una cochina, es una manera de hablar, che, hay que explicarlo todo ) y ya estoy dándole vueltas e inventándome mil teorías. Haz el favor de no tardar en postear la resolución de este misterio

Anónimo dijo...

Ten cuidado ventrílocuo, estás entrando en un juego peligroso. Dosifica bien los tiempos, o perderás a tus lectores.

alberdigital dijo...

¡Por Dios, demóstenes, que susto me ha dado tu comentario! ¿Qué quieres decir? ¡¡¿¿Vas a asesinar a mis lectores??!!

Bueno, ahora en serio. No estoy seguro de a qué te refieres. ¿Lo dices porque me salen los posts demasiado largos? ¿O porque a la historia le falta dinamismo? Me temo que eso tiene difícil solución (a menos que me trasplanten el cerebro de un buen escritor).

Quizá te refieras a que últimamente estoy tardando más en publicar. Si es así, te doy la razón: desde que escribo menos a menudo, tengo menos visitas. Pero espero que comprendas que el blog es para mí una afición, una forma de pasármelo bien. Me hace muy feliz saber que tengo lectores, pero no puedo permitir que eso lo convierta en una responsabilidad, porque dejaría de ser divertido (¡y los posts se volverían aún peores!).

Por otro lado, me toma mucho tiempo escribir cada post. Sé que los verdaderos cracks de la blogosfera pueden crear obras maestras de carrerilla, sin tocar el "backspace", pero no es mi caso. Por desgracia, no siempre dispongo del tiempo necesario, y prefiero aplazar la publicación a haceros leer algo que ni siquiera me guste a mí.

Uf, como me he enrollado. Pero quería aprovechar para pediros disculpas y comprensión por mi bajo rendimiento. Os prometo que recuperaré la productividad lo antes posible. ¡Y, pase lo que pase, no pienso bajar de un post semanal! Y, ya que estoy... ¡Muchas gracias a vosotros, mis lectores, especialmente a esos incondicionales que siguen visitando este rincón a pesar de mis descuidos!

Anónimo dijo...

A ti te lo perdonamos todo.

Anónimo dijo...

Hola antes de nada, presentarme, soy el fantasma causante de todo el alboroto, o lo que es los mismo la compañera de Lahermanadeluu,jaja,.....y perdon por el susto, pero veras mi hermana se llama igual y a esas horas entre el sueño y el cansancio, porque acababa de salir de trabajar no mire bien la pantalla.......jaja, perdon!!Por lo menos ha salido una buena historia de todo este lio :)

alberdigital dijo...

chú: ojalá la guardia civil de tráfico pensara igual que tú.

nela: ¡Me encanta esto de los blogs! Escribes una historia y, al cabo de unos días, tus personajes cobran vida, te saludan y te dan su versión de lo que ocurrió. ¡Es el sueño de cualquier escritor! Muchas gracias por pasarte, nela, me alegro de que te haya gustado la historia y de que no estés muerta ni quieras atormentar nuestras almas.